La organización de estos espacios viene determinada por las redes hidrográficas que recorren cada uno de los tres valles que aquí vamos a tratar.
El valle formado en los términos municipales de El Burgo, Yunquera y Tolox está abierto a la Hoya de Málaga y aislado de la Meseta de Ronda por el Puerto del Viento. Está determinado por el recorrido del río Turón (afluente del Guadalhorce) y su orientación le permite tener pequeñas extensiones de tierra dedicadas al regadío y a los frutales.
El segundo de los valles que nos ocupa es el Valle del Genal que queda condicionado por el curso del río que lleva el mismo nombre y cuyo nacimiento lo tenemos en Igualeja. Este valle está instalado entre una serie de sierras que se prolongan hacia el Sur y el Suroeste. Por el lado oriental está cerrado por una línea montañosa que nace en la Sierra de Igualeja y muere en Sierra Bermeja, mientras que por el lado occidental está cerrado por las sierras que lo separan del Valle del Guadiaro, que comienzan en el término de Atajate y siguen hasta el Suroeste. Este valle tiene un sustrato formado por rocas metamórficas y paleozoicas, generalmente de carácter silíceo; tiene este valle una morfología complicada puesto que el curso del río traza una línea quebrada quedando definido dentro del valle tres sectores:
a) El Alto Genal: donde se encuentran los municipios de Atajate, Alpandeire, Faraján, Júzcar, Cartajima, Parauta e Igualeja.
b) El Genal Medio: a un lado del río se encuentran los municipios de Benadalid, Benalauría y Algatocín y al otro lado los de Pujerra, Genalguacil y Jubrique.
c) El Bajo Genal: situado en los términos de Gaucín y Casares. En este último tramo, el valle ya está bastante ensanchado y actualmente, se pretende construir en este sector una presa para abastecer de agua a la cosmopolita Costa del Sol, lo que significa una amenaza para la vegetación y la fauna de la zona.
En este valle se encuentran situados 14 de los 26 municipios que conforman la comarca de Ronda, pero la concentración de pueblos no coincide con la concentración de población. El que aquí se den hasta 14 pueblos es debido a las condiciones del medio, las cuáles facilitaron en su momento el asentamiento de la población pues tiene unas condiciones climáticas más benignas (gran cantidad de precipitaciones y aislamiento con respecto a las incidencias de la continentalidad), y unos suelos que permitían los cultivos de regadíos hortícolas en los pequeños y abrigados fondos de los valles; a ello hay que sumarle la posibilidad de poder tener cultivos leñosos mediterráneos en las laderas mejor orientadas como por ejemplo, el almendro, la vid o el olivo, así como complementar la actividad agrícola con una ganadería alimentada de los frutos de los bosques que estaban en la zona más abrupta. Para colmo, este valle disponía de un acceso a la costa a través de los puertos de Peñas Blancas o de las Guardas.
En cuanto a la vegetación del Valle del Genal, destacan quejigales, alcornocales, castañares, matorral silicícola, brezo, jara…
Digna de reseñar es una de las sierras que cierra este valle por oriente: Sierra Bermeja. Es una alineación montañosa de la Serranía muy próxima al mar. Su punto de mayor altitud se encuentra en Los Reales (1450 m.), donde encontramos algunas hectáreas de pinsapos y pino negral. Lo más importante de esta sierra es el afloramiento de peridotitas, rocas de tono rojizo que son ricas en minerales de interés económico. Estas rocas le dan a esta sierra un aspecto rojizo que produce en el paisaje un contraste bellísimo: el contraste entre las sierras blancas y las sierras pardas. Sierra Bermeja está declarada Espacio Natural Protegido.
El tercer valle que nos ocupa es el Valle del Guadiaro: su cabecera la encontramos en la planicie de Ronda; sale encajado entre los macizos calizos de la Sierra de los Castillejos y la Sierra de Líbar y a partir de Benaoján se encaja profundamente hasta llegar a Jimera de Líbar . A partir de aquí, aparece el fondo del valle rellenado por areniscas terciarias y por margocalizas cretácicas que permiten un ensanchamiento del río, propiciado además por los arroyos y barrancos de su margen derecha.
A la izquierda del río queda el municipio de Cortes de la Frontera, situado sobre areniscas flyschoides las cuáles albergan más abajo a los Montes de Cortes, incluidos en el Parque Natural de los Alcornocales, que son una prolongación del Campo de Gibraltar en la Serranía y cuyos impresionantes bosques de alcornoques gozan de temperaturas suaves, precipitaciones abundantes y frecuentes nieblas que determinan en la zona la supervivencia de comunidades relícticas de estrecho paralelismo con el “monte verde” de Canarias.
Por último, pasado el núcleo de Cortes, el río Guadiaro hace una curva y se vuelve a encajonar profundamente en materiales calizos originando una espectacular cortadura conocida como “las Buitreras”. Traspasado el camino que va de Atajate a Gaucín, se produce la confluencia del Genal y el Guadiaro sobre una llanura flyschoidal que permite a Gaucín y Casares disponer de una cierta extensión para el cultivo de cereal.